martes, 24 de mayo de 2011

El Educador/a Social como mediador intercultural en el ámbito de la Salud



Ayer asistimos a una exposición-debate sobre el papel del Educador/a Social como mediador intercultural con énfasis en los aspectos más relacionados con la Salud. Hace tiempo, otro grupo refirió en clase este mismo papel aludiendo a un programa que se estaba desarrollando en Cataluña y que incluía una intervención preventiva sobre la problemática de la ablación femenina.
Sobre el papel del Educador/a en esta materia, la compañera Ana Gallardo refiere este comentario: “La necesidad de mediación también tiene que ver con el desconocimiento que tienen los colectivos minoritarios de los recursos sociales locales existentes, juntamente con las dificultades de adaptación al sistema sanitario y a las normas de funcionamiento que provocan diversos problemas y malentendidos. La figura del Educador/a Social en su función de mediador/a ha de poner énfasis en los aspectos pedagógicos de la intervención para conseguir la correcta comprensión y consecución de unos hábitos socio-sanitarios concordantes con los de la sociedad de acogida, especialmente por lo que se refiere a la educación infantil, enfermedades de transmisión sexual, planificación familiar, etc”
El tema es realmente de gran actualidad. Ahora, esperamos vuestras reflexiones sobre el mismo…

17 comentarios:

ana dijo...

La figura del/a mediador intercultural como expusimos el otro día en la clase es muy importante para la calidad de vida de las personas inmigrantes y también para una sana interrelación entre las culturas que llegan y la cultura receptora. Por ejemplo existe un problema con respecto a las mujeres embarazadas inmigrantes que llegan a nuestro país. Aquí de nuevo la figura del/a mediador cultura ha de realizar un importante trabajo, de adaptación, prevención y acomodación de la madre y el futuro ser.
Cuando llegan mujeres inmigrantes embarazadas y son ubicadas en casas de acogida, se las acompaña en todo el proceso de entrada y salida del hospital, es preciso tener en cuenta que para las mujeres inmigrantes la hora del parto es muy distinta de la de una española de clase madia o alta, donde se ve rodeada de familia que contribuyen a ese momento tan especial para ellas.

En el 5º World Congreso of Perinatal Medicine celebrado en Barcelona en 2001, se decía:
"Todas las mujeres tienen el derecho a que, en cualquier país del mundo, los gobiernos les garanticen una maternidad sin riesgo. Las embarazadas inmigrantes tienen derecho a ser atendidas en igualdad de condiciones que las del país de recepción o asilo". Artículo 2

En el artículo 7 dice: "La mujer tiene derecho a una educación e información sobre su salud reproductiva, embarazo, lactancia materna y cuidados neonatales. "

Y en el artículo 12 dice lo siguiente:
“Todo recién nacido/a tiene derecho a una correcta asistencia médica tanto en los países en vías de desarrollo como en los países desarrollados. Los gobiernos deben velar para que exista una atención sanitaria tanto prenatal como postnatal"

Constatamos unos derechos que la mayoría de las mujeres inmigrantes desconocen y nuestra labor como educadores y mediadores/as interculturales es mostrarlas y ayudar a que se cumplan con el fin de garantizar una vida digna y en cumplimiento de los derechos humanos para todas las personas.

Esperanza dijo...

Las culturas es una realidad que a nadie deja indiferente, pero cuando las mismas incitan y desarrollan, bajo las bases de sus normas acciones como por ejemplo la ablación, el respeto a la cultura es algo cuestionable.

Pero no estamos nosotros, los profesionales para cuestionar, si no para servir como interlocutores de esta realidad, en la que extra en conflicto los derechos humanos de las personas.

Desde una perspectiva pedagógica, nuestro papel se debe desarrollar en una tarea educativa, que informe y conciencie a la vez, que explique el por qué este tipo de actos son inviables en la sociedad actual, haciéndoles comprender la realidad social que les rodea cuando han emigrado a otro país.

Educarles en el contexto social donde se sitúen pero sin olvidar su cultura y sus costumbres, en la que nos tendremos que basar para llevar acabo nuestra tarea socioeducativa.

Miguel Rodríguez Guerrero dijo...

El papel a ejercer por el educad@r social como mediador intercultural es muy relevante en todos sus sentidos, incluido en el ámbito de la salud.
Las personas que acceden a España necesitan de una información y formación en cuanto a la utilización de los recursos sociales y sanitarios existentes de los que pueden hacer uso, con el fin de lograr una plena inserción social de estas personas.

Pero, ¿hasta donde alcanza esta inserción social? ¿Conlleva ello la desaparación de sus identidades personales y culturales?

El papel del educad@r como mediador intercultural aquí, es realmente complejo e incluso contradictorio en ciertos aspectos pues puede tornarse hacia una promoción de la "normalización social" de la persona inmigrante dentro de nuestro contexto social.
Bien es cierto que diversas conductas son más que cuestionables en cuanto violan algunos de los derechos básicos que toda persona humana debería poseer pero ello tampoco nos otorga el poder para determinar que conductas culturales deben realizar generalmente.

En mi opinión,la labor del educad@r social debe de respetar siempre la identidad cultural de las personas y, para ello, es necesario que nos formemos en la cultura de esa persona e interaccionemos de igual a igual con ella.
Nuestras funciones deben de consistir en posibilitar un contexto propicio para la persona donde pueda desarrollarse plenamente como persona y donde, respete pero también sea respetada convenientemente.

Rosa Ana González dijo...

Creo que la figura del Educador Social es imprescindible en cuanto a temáticas de culturas diferentes se refiere. Tenemos que ser conscientes ante todo de que las culturas no tienen por qué ser iguales a las nuestras y que muchas de las personas que provengan de otros países tendrán pautas muy distintas. No por ello, podremos justificar nuestra no actuación. En el campo de la salud nuestra intervención es importante y como ya muy bien dice nuestra compañera, lo primero que debemos hacer es conocer los recursos locales y darlos a conocer. Hay muchas enfermedades y aberraciones que pueden prevenirse con educación y no hace falta no respetar las culturas. Se pueden respetar las culturas en la sociedad de acogida dando una educación adecuada

Clara dijo...

La exposición dedicada a este tema abrió el debate en clase sobre cual es la figura real del educador/a social, porque a día de hoy muchos y muchas de nosotros y nosotras desconoce cuáles son sus funciones como profesional.

Entre una de esas funciones tenemos la labor de ser MEDIADORES/AS INTERCULTURALES. Somos aquellos que defendemos la diversidad, la igualdad de oportunidades, el derecho a unos servicios públicos de calidad...pero al final, todo se queda en simples palabras.

Son muchas las personas inmigrantes que forman ya parte de nuestro país y que aún no gozan de unos derechos dignos, SOLO POR EL HECHO DE SER PERSONAS. A mi alrededor no conozco muchos centros de salud que tengan la figura del mediador/a incorporada en su plantilla de profesionales, quizás les supone un gasto más y ya sabemos que en este tiempo de crisis no conviene invertir en aspectos sociales.

En la Declaración de los DDHH en su artículo 25 expone: “toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios (…)”

La necesidad de un/a mediador/a intercultural está presente, ahora más que nunca, donde llevamos la DIVERSIDAD por bandera y por supuesto, la interculturalidad que esto conlleva.

Inmaculada Guillén Gómez dijo...

La figura del mediador intercultural no es nada fácil, este tiene que tener una serie de habilidades importantes para que la mediación vaya por buen camino, ente ellas destacar: la escucha activa, esta es una habilidad que debe de esforzarse por comprender lo que las personas nos están transmitiendo y sobre todo mostrar interés; otra de ellas es la empatía y ponerse en el lugar del otro.
Es una técnica bastante beneficiosa y muy poco usada por los profesionales. Además está basada principalmente en el diálogo, esto hace que ambas partes se escuchen y se ponga en el lugar de la otra persona o parte (empatía).
Es importante fomentar que todas en estas personas desarrollen sus potencialidades, tenga mejor calidad de vida y que interactúen con las personas y su entorno. Sobre todo los profesionales se enfrentan a situaciones de emergencias y crisis, y también a problemas personales y sociales.

Gara dijo...

Mi opinión sobre las costumbres provenientes de las culturas es la siguiente: toda costumbre debe de ser aceptada, aunque no sea entendida, mientras que respete los derechos fundamentales de las personas. Es decir, la ablación no respeta el derecho a la integridad física y por ello los educadores sociales debemos intervenir para acabar con esta costumbre. Una fiesta, un rito, una vestimenta, etc. debe de ser aceptada ya que forma parte de una cultura. Sin embargo, una costumbre que vaya en contra de los derechos fundamentales no debe de aceptarse.
Es aquí nuestro papel como educadores para informar y concienciar a estas personas sobre las consecuencias de esta ablación.

Jessica Ruiz Aranda dijo...

La figura del educador social como mediador intercultural es de gran importancia en la actualidad, tomando especial énfasis en el ámbito de la salud.

Las diferencias culturales existentes entre las personas inmigrantes y las del país de acogida, se ponen también de manifiesto en el tema socio-sanitario, y es por ello realmente necesario que exista una figura profesional que ejerza como informante tanto a los miembros de la cultura llegada del extranjero como a los de acogida.

Es cierto que las personas inmigrantes padecen un gran desconocimiento sobre los recursos existentes a su servicio, y es por ello que el papel del educador social como profesional cualificado para la información y el conocimiento, toma especial importancia en situaciones en que la mediación cultural es necesaria.

Con esto no me refiero a que la cultura que ha llegado a nuestro país deba perder su identidad y su sello, de ningún modo esto debe concebirse así. Debe haber una verdadera mediación para que no se creen conflictos entre culturas, y es exactamente por ello que el papel del educador social, poseedor de habilidades y recursos, es imprescindible cuando se tratan temas como este.

MªCarmen Salas dijo...

El educador social en contextos de mediación intercultural se hace necesaria cada día más, siendo la primera evidencia la gran oleada de inmigrantes de nuestra sociedad actual.

La cultura es una impresión de la identidad personal de cada persona, y por ello atender a las personas sabiendo cuáles son sus costumbres es una forma de respetar sus derechos.

Por ejemplo, hace poco leí un artículo titulado "El otro turista" donde se destacaba la importancia de los trabajadores sociales y educadores sociales en el ámbito de la salud. No es fácil llegar a un sitio y no saber a qué recursos atenerse.

Desde aquí reivindico la función el Educador Social en situación de mediación intercultural en ámbitos de salud como de necesidad y urgencia.

Jéssica Ocaña Simón dijo...

En primer lugar me gustaría resaltar cómo la OMS habla de la mediación, enlazándolo con el concepto de “calidad de vida” y bienestar y la define como: “el proceso que permite a las personas y grupos sociales, participar activamente en el cuidado de su propia salud, de su propio bienestar y al mismo tiempo mejorarla”.

La mediación es un método alternativo dirigido a la resolución de conflictos de una forma pacífica y buscando un consenso entre las partes, las cuales suelen acudir de forma voluntaria.

Bajo mi punto de vista, el mayor valor de esta técnica recae en el protagonismo de las partes, pues son ellas las que tienen la responsabilidad y el poder de ir siguiendo el proceso encaminado a la determinación de un acuerdo.

Con ello, el mediador únicamente debe guiar ese proceso y fomentar la participación, así como otra serie de habilidades sociales imprescindibles para posibilitar un buen desarrollo de la misma. Estas técnicas vienen a ser sobre todo la empatía, la escucha activa, etc.

Siendo imprescindible en este sentido, el fomento de la capacidad crítica frente a los diferentes estilos de vida presentes, procurando resaltar los factores de protección que un estilo de vida saludable puede posibilitar.

Ismael dijo...

Nuestro papel en los centros educativos es fundamental y esta aprobado por ley, pero como siempre no hay dinero para que haya más plazas o simplemente no hay.
La labor como mediador intercultural es una de las funciones que debemos desempeñar, trabajando de manera multidisciplianar con los otros profesioanles del centro educativo, en los diferentes proyectos de centro: "Escuela Espacio de Paz", "Proyectos de integración social en colaboración con el AMPA del centro", "Actividades Extraescolares adaptadas a las necesidades del coelctivo", Jornadas Interculturales para acercar a la comunidad al centro educativo.
Nuestra formación es fundamental, para poder realizar nuestro trabajo y veo muy básico el conocimiento de las culturas con las cuales vamos a trabajar, para poder realizar nuestra labor y como en nuestra carrera el conocimiento de otras culturas no es algo que hayamos trabajo mucho, seria muy recomentable formarnos en este campo, pues la diversidad cultural es un hecho y tenemos que prepararnos como profesionales para poder realiazar nuestra labor social y educativa.

Oscar dijo...

Actualmente, pienso que la convivencia multicultural es una realidad vigente que necesita de un planteamiento educativo, que prepare a los ciudadanos inmigrantes, y también a los receptores, para una nueva situación, en donde sean capaces de erradicar los problemas que van a surgir a partir del contacto entre dos culturas.

Desde esta perspectiva, quizás nosotros, educador@s sociales, debemos proponer programas comunes en donde se recogan todos aquellos aspectos que van a configurar el nacimiento de una nueva cultura, fruto de las relaciones entre las personas que emigran y los del país que los reciben.

El educador/a ha de intervenir sobre situaciones de multiculturalidad, orientando su acción hacia la consecución del reconocimiento, entendimiento, convivencia y adaptación mutua entre actores sociales o institucionales etnoculturalmente diferenciados y mediante el ejercicio del rol de intermediario/a entre las partes involucradas:

- Conociendo y modificando los estereotipos y los prejuicios.
- Favoreciendo una valoración positiva de las culturas diferentes.
- Propiciando una toma de conciencia sobre la necesidad de un mundo más justo.
- Favoreiendo la incorporación de la minoría a la sociedad sin que por ello pierdan su identidad cultural.
- Promoviendo el encuentro entre culturas para fomentar la igualdad real.


Dentro del ámbito de la salud, igual que dentro de otro ámbito, el papel de la educación social sería en primer lugar la de información y posteriormente la de orientación. Al mismo tiempo que la de incorporar nociones de otras culturas no siendo etnocentricos con éstas y sabiendolas incorporar a nuestro sistema de creencias y vivencias.

Miguel Jesús Jiménez Torres dijo...

Desde mi opinión creo que la figura del educador en salud como mediadior itnercultural es bastante importante, pero hayq ue tener en cuenta dos aspectos realmente relevantes. Uno de ellos es analizar hasta qué punto la sociedad está concienciada de la mediación intercultural y d elos procesos de interacción en la sociedad para construir dicha sociedad en la interculturalidad. Y por otro lado cuál es el abordaje dichos profesionales en las culturas presenten en la realidad social. Abordar dicha temática de educación para la salud en un espacio en el que conviven numerosas cultura es muy arriesgado y difícil.

Existen mecanismos de prevención de enfermedade´s, así como indicadores de promoción de la salud que se instrumentalizan en lo que hemso denominado Educación para la Salud, que pueden ser comunes a todas las culturas. Un ejemplo simple: "Lávase las manos antes de comer, para prevenir infecciones". Pero cuando nos referimos a prácticas culturales que perjudican la salud nos estamos metiendo en terrenos pantanosos. Es aquí en donde pongo mi punto de vista en cuando a los defensores del relativismo cultural. Es incoherente y un poco ignorante afirmar o considerar que todas las culturas son iguales. Lógicamente, aquella cultura que respete los derechos básicos, sociales y humanos, y no ponga en peligro la salud de la población o de un grupo de la población, merece mayor respeto y está más avanzada que una que no lo tenga, (por ejemplo la que permite la ablación femenina. Ante ello nos debemos de preguntar, ¿es un tema cultural o es una tortura?, juzguen ustedes mismo. Considero que atentar contra los derechos d euna eprsona y contra la salud de uan persona se debería penalizar, o si en el caso de estar establecido como una cultura en una sociedad, intentar cambiar esos patrones culturales, pues las culturas avanzan y desarrollan, y nuestro objetivo como mediadores interculturales es que avancen en beneficio de todos y todas.

Luisa Gutiérrez dijo...

La figura del Educador/a Social como mediador intercultural en el ámbito sanitario considero que es fundamental para la adaptación/integración de personas con escasos conocimientos sobre el sistema sanitario, especialmente inmigrantes.

El año pasado realicé junto con otras compañeras un trabajo sobre las desigualdades existentes en la sanidad del colectivo de personas inmigrantes, y comprobamos que tenían importantes diferencias, no solo culturales y lingüísticas, sino también de acceso a los recursos sanitarios, siendo en la mayor parte de las ocasiones por el ‘miedo social’ que supondría el hecho de que le obligasen volver a su país de origen al descubrir que son personas indocumentadas.

Según aprendí, los inmigrantes acceden a los recursos y servicios sanitarios la mitad de veces que lo hacen los nacionales. En el estudio sobre las barreras de acceso al sistema sanitario que se encuentran los inmigrantes, Moreno, Gómez y Polo (2007) culpan al poco conocimiento de nuestra sociedad sobre los condicionantes culturales que hacen moverse a esta población y al desconocimiento que tienen los inmigrantes sobre el funcionamiento del sistema de salud. Arrojan, aún así, un aspecto positivo cuando aceptan que las barreras legales y administrativas están siendo derrotadas. A pesar de ello, para poder recibir cualquier tipo de asistencia básica (no de emergencias o urgencias), es necesario contar con la tarjeta sanitaria, hecho que la mayoría de los inmigrantes desconocen.

La Encuesta Nacional de Inmigrantes ha analizado las causas por las que este colectivo no se motiva a acudir a los sistemas sanitarios, atendiendo a algunos de los siguientes resultados: casi un 8% han afirmado que consideraba su problema como “poco grave” como para acudir a un especialista, casi un 13% tan sólo acudió a la farmacia en busca de ayuda para solucionar su afección y el 20% no lo ha hecho por ser personas indocumentadas en nuestro país. Vemos por tanto, que existen diferencias culturales, pero sobre todo, falta de información, aspectos que no son tratados ni intervenidos en este campo.

Las desigualdades en la asistencia sanitaria en personas inmigrantes, se trata de un tema importante teniendo en cuenta que la inmigración se ha ido duplicando en los últimos años.

Según establece la ‘Ley de Extranjería (2009): toda persona inmigrante tiene derecho a la asistencia sanitaria en igualdad de condiciones que otra persona de nacionalidad española’. Sin embargo, el acceso a los recursos, como se ha señalado, no se produce de forma igualitaria.

Por todo esto, la figura del Educador Social como mediador intercultural (no solo para el ámbito sanitario, sino para otros campos de intervención) es fundamental para que estas personas puedan acceder a la información y atención de manera igualitaria que el resto de ciudadanos, reduciéndose así situaciones de riesgo sociales en este colectivo.

Como funciones del Educador Social, considero que son importantes:
- Facilitar la integración de personas inmigrantes en la sociedad de acogida, a través de la mediación intercultural.
- Promocionar y trasmitir otras culturas.
- Conseguir una interacción entre diferentes culturas.

En definitiva, queda mucho por hacer en éste ámbito donde el Educador/a Social podría jugar un papel fundamental a la hora de mejorar las condiciones de vida de personas inmigrantes, y en consecuencia, del resto de ciudadanos.

ligiaupoepa2 dijo...

Creo que la figura del educador social es vital en este ámbito porque tiene que tiene que constituir entre punto intermedio de culturas. Hemos de darnos cuenta que las personas inmigrantes, por ejemplo, tienen una cultura que conlleva a que efectúaen actuaciones que pueden no ser adecuadas para la salud. Estas costumbres, como por ejemplo la ablación, y otros ritos, procede de una forma de entender la salud desde los criterios del Tercer Mundo. por tanto, el educadotr social como mediador intercultural en el ámbito de la salu tiene que ofrecer a estas perosnas información y hábitos para que hagan un uso responsable en la toma de decisiones en cuestiones de salud.

Elisa Alanís Leal dijo...

Las personas inmigrantes al llegara nuestro países le asaltan miles dudas, pues se encuentra con un idioma diferente al nuestro, otra cultura, religión y manera de vivir, por ello que menos poder contar con el apoyo de una persona ajena como puede ser la figura del educador/a social como mediador intercultural, especialmente en el ámbito sanitario.

Entre las diferentes funciones que el educador/a social ha de desempeñar en este ámbito ha de centrarse en dar información acerca de los recursos sanitarios y sociales que existen en nuestros sistema, así como orientarles para poder acceder y hacer un uso adecuado de ellos, lo cual ayudaría a la inserción social de este colectivo. Todo ello, hemos de hacerlos desde el respeto hacia la cultura de su país de origen, siempre que o atente contra los derechos fundamentales de toda persona.

Muchas veces, pensamos que el lugar o el país donde nacemos nos pertenece, por el simple hecho de haber nacido en ellos, ¿cOmo si el mundo fuera un gran centro comercial, donde nosotros elegimos quién puede acceder a él?...Pienso que toda persona tiene derecho a elegir donde quiere vivir,crecer, desarrollarse, ser feliz, etc.

Mariquilla dijo...

Pienso que la figura del educador/a social como mediador intercultural en el ámbito de la salud es importante, pues supone una figura en la que un paso entre culturas pueda apoyarse.
Como es sabido, existen algunas culturas en las que rituales o maneras de vivir no son del todo saludables y que en la sociedad española pueden resultar un factor de exclusión social, por lo que se debe incidir en el ámbito de la salud desde una manera preventiva y una vez surgido el problema, para que no se convierta en factores de exclusión.
El educador/a social, ha de intervenir en diversos ámbitos, sobre situaciones de multiculturalidad, encaminando su actuación hacia el logro del reconocimiento, convivencia y adaptación mutua entre los diversos actores que intervienen en la sociedad, y uno de los factores importantes para la consecución de esto es el estado de salud.